jueves, 8 de enero de 2015

Trece días en el cuarto de mi abuela


Día cinco

Es viernes, hoy cumple mamá y desde temprano huele a que algo pasa en la cocina. Escucho a mi hermana dar instrucciones a Tai y Ana Dilia desde las 9am. Yo me alisto para tener una reunión por Skype desde mi cuarto, o como lo llama mi mamá ahora, “el apartamento 1”. Esto último infiere que el cuarto de mi hermana es el “apartamento 2” y me imagino que el de ellos es el “3”.

A mamá le gusta la comida árabe, le gustan los envuelticos de parra y el tahine de garbanzos.  Mi abuela Tere los hacía, según ella recuerda, y le quedaban muy bien. Mi abuelo Lucho en sus últimos años era gerente de un restaurante libanés y cocinaba muy bien, uno de los pocos recuerdos que aún tengo claros es el de la paciencia que tenía para hacer yogurt y leche cortada. Él le enseñó a mamá a hacer eso  y tabbuleh.

Luego vino Jairo, amigo de toda la vida de mi papá, casado con una libanesa.  Cuando murió mi abuelo, Jairo heredó su puesto. Hace 5 años, cuando mamá volvió a casa después la crisis más dura que ha tenido mi familia en 30 años, Jairo comenzó los almuerzos los domingos en nuestro comedor. Traía comida semana tras semana, se sentaban en la mesa, compartían todos juntos convirtiéndolo en tradición. Todos los domingos por cinco años, hasta que un lunes festivo Jairo se fue de casa sin despedirse y al día siguiente murió de un infarto mientras se quitaba la ropa para bañarse. Eso pasó hace un mes y 7 días.

El almuerzo fue algo aparatoso, pero todos hicimos lo mejor que pudimos para darle a mamá un día feliz.

El almuerzo:
-       Arroz de almendras
-       Envueltos de parra
-       Tahine
-       Tabbule
-       Quibbe crudo
-       Quibbe frito

-       Leche cortada

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