ANGIE SUE
Melancólica amarilla,
cedes ante la caída,
te dejas llevar.
Por primera vez lo sueltas,
no hay resistencia.
Melancólica amarilla,
cedes ante la caída,
te dejas llevar.
Por primera vez lo sueltas,
no hay resistencia.
Atardeces los colores
entre la sublimidad de la paleta solar…
enterneces los calidos,
empalideces los fríos.
Eternamente tibia, naranja y mítica.
Caminas crujiente,
sabes que eres observada con asombro.
Admiras con el anhelo mudo
del que agradece en silencio
cuando abonas la tierra con tu paso.
Transitiva y absoluta.
Regresa a mi las ganas de cambio,
es tiempo de mutar.
Escarcha gris,
rigidez hiperbórea,
aire verde azul,
frío centellante…
eres belleza bruta
a la que no le hacen gracia las palabra.
Tu postura hela profundamente,
no provocas vida,
pero no te temo,
eres solo mortal ante el miedo.
Logras cambiar las percepciones,
inquietas mentes,
engendras dudas
y luego,
das a luz la posibilidad de un nuevo mundo,
la posibilidad de otro comienzo.
Entonces, te vuelves delicada,
me haces sonreír
Florece en mi pequeña,
ilumíname de azul las noches frescas rodeadas de polen.
Dame un poco de tu almíbar,
rica flor,
dulce piel,
linda voz.
me haces sonreír
Florece en mi pequeña,
ilumíname de azul las noches frescas rodeadas de polen.
Dame un poco de tu almíbar,
rica flor,
dulce piel,
linda voz.
Tus ramas entrelazan mis sueños
entre plegarias de ángeles y miedos.
Es tiempo de amor,
dame alegría.
entre plegarias de ángeles y miedos.
Es tiempo de amor,
dame alegría.
Si es cierto que el cielo esta mas vivo,
es tu sonrisa de niña
la que abruma de vida cada rincón,
cada sueño perdido incapacitado de vía.
Los hace reales.
es tu sonrisa de niña
la que abruma de vida cada rincón,
cada sueño perdido incapacitado de vía.
Los hace reales.
Hazme creer en tu inocencia,
hazme creer que es posible.
Inmortaliza en mí la sensación febril de tus emociones.
Candida,
escondida entre aquellos rayos
que encandilan mi vista
y disturban mi ceño.
hazme creer que es posible.
Inmortaliza en mí la sensación febril de tus emociones.
Candida,
escondida entre aquellos rayos
que encandilan mi vista
y disturban mi ceño.
Reconozco la canela de tu piel,
el sabor a coco que deja tu rastro,
el olor a mar que arrastra la brisa que te rodea.
el sabor a coco que deja tu rastro,
el olor a mar que arrastra la brisa que te rodea.
Te prefiero motivada por la placidez del descanso;
te prefiero sumergida entre rezos de negra palenquera;
te prefiero sonriente entre las olas
que revientan en los espolones del horizonte;
te prefiero serena,
finalmente eres yo.
te prefiero sumergida entre rezos de negra palenquera;
te prefiero sonriente entre las olas
que revientan en los espolones del horizonte;
te prefiero serena,
finalmente eres yo.
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