lunes, 28 de marzo de 2011
Miss Nobody.
Se trata de una rodilla ni más ni menos."
Cristian Morgenstern.
Los segundos que pasan constantes sobre el concepto inventado del tiempo, me permiten saber que lo constante también es un invento… ningún segundo es igual al otro. Lo único que es igual en la vida es aquel sentimiento propio que se activa ante la vivencia, una y otra vez, de los mismos patrones… la misma escena, diferentes personajes.
Sobre el ser y el parecer, se concluye que el tiempo se traduce en experiencias y que lo que es Uno para los otro, se define a partir del tiempo que se comparte, lo que se muestra entre escenas cuando las luces están sobre uno, cuando el maquillaje no deja ver las ojeras, cuando el libreto esta marcado: el parecer…. El ser es el tiempo que se vive dentro, la verdadera existencia.
Los otros, son entonces, personajes sin cara que se pasean como espectros en el espacio vital que nos rodea, son lo inconstante, lo que no permanece, lo que muta, las fichas que se mueven dentro del escenario que es el espacio (tan mutable como sus personajes), en aquella medición lineal e irreversible. El lápiz soy yo y vivir seguirá siendo escribir hasta que con el fin, se cierre el libro, se acabe todo. No creo en el más allá.
La inmortalidad se convierte entonces, en un algo apetecible, cercano y alcanzable: para siempre ahora. Entonces el ahora se queda para siempre en el todo, metafísicamente hablando.
Según este muy ordinario descubrimiento se puede entender lo también triste de la libertad, se es solo libre dentro del propio cuerpo… lo triste se elimina cuando se entiende que aunque el espacio es estrecho, las posibilidades son infinitas.
Si yo fuera la última persona mortal en el mundo, si las posibilidades fueran limitadas, si la vida fuera solo esto y tuviera pocas oportunidades para acertar o equivocarme, si solo pudiera amar y desprenderme en finitas oportunidades, siempre seria intensamente, como ahora. Para siempre.
Ya soy inmortal.
Mr Nobody
miércoles, 2 de marzo de 2011
Heart Broken Babe
No es una historia por sí misma, ni hay mucho que contar, “Estoy bien” me digo, para luego seguir viviendo lo incontable. No mentiré esta vez, ni adornaré mi verdad con detalles de otras vidas que luego recuerdo, no son la mía. Es una promesa que busca consecuencias… el potencial llevado a la acción, el ser auténtico. Me repito una y otra vez: “¿Real? ¿Yo?”, cuestionamientos que son como sonreír con ganas de llorar. La verdad, no lo sé… la respuesta a esa pregunta podría ser: “a veces”.
Se trata entonces de un deseo que se fundamenta en nada… la nada absoluta. No se palpa, pero se respira… es parecido al miedo, pero no inmoviliza, en cambio se trata de múltiples estrelladas, múltiples formas de hacer el amor, múltiples formas de decir “hola” y “adiós”.
Adiós, palabra que me habla de un “yo” que no quiere, ni tiene claro cómo actuar y como irse, o si debe hacerlo. De ahí viene el exceso y me permitiré acudir a este, tantas veces como sea necesario para hacer todo lo que implica vivir en mí, ser “yo”. No es gritar, en este caso es más extrasensorial callar, caminar sobre un silencio que habla de todo lo que existe, incluso si es solo imaginario. “Mi misma” es mi situación favorita y es desde ahí de donde se agarran las palabras que luego salen, en silencio por supuesto.
Atención, antes de continuar con estos relatos debo decir, valoro el lenguaje verbal apasionadamente y me enamoro profundamente de muchas palabras, sus sentidos y las diferentes formas de entender la misma cosa. Entonces, me parece coherente decir que soy costeña, cartagenera más exactamente. Es un pensamiento recurrente que éste, es un punto que debe ser aclarado. Todos tenemos un origen y yo vuelvo a él permanentemente… así me justifico muchas veces. Está bien.
Siempre esperé que llegará la historia adecuada, pretendiendo realmente que habría algo mejor que lo real. Subvaloración de la verdad. En vez de eso, me encuentro aquí, ingenua siempre, transparente a veces. Aunque también puedo volver al silencio y en ese espacio, el siempre es nunca y el a veces es eterno.
De repente puedo pensar en muchas cosas y pasar por encima de todo sin realmente saber que es lo que estoy haciendo. Vivir sin vivir. Pero siempre vuelvo a lo mismo, penosamente la constante es volver a viejos amores, por así decirlo. Mi corazón es fugaz, incendiario y late fuerte, se escucha desde afuera, tiembla, me hace temblar... por eso a veces puedo parecer un french poodle empapado, podría decir entonces, que tengo mucho de french poodle (aunque lo haya negado mil veces). Y volviendo al punto, tan rápido como llega todo, con la histeria que implica el momento… así tan rápido, es el fin. Soy nómada y no soy algo que pasa cotidianamente, llego y me voy, de igual manera para mí, todos llegan y se van. Es la ley.
Siendo coherente con mi introducción tardía y malpensada, acudiré a mis textos. Todos de amor, en general hacia los otros y lo otro, pocas veces sobre el mío propio. Me parece que seria rayar con lo obvio, porque sé que esta, es lo más mio que existe.
Piscis según @sexstrology:
#Pisces cannot tell the difference between a soul mate and a one night stand.”
#Pisces view everything - including sex - as sacred
#Pisces never give straight answers
#Pisces are lovers of the Universe. Life is awesome, isnt it?
# Pisces have a loving personality that shines