lunes, 29 de marzo de 2010

El Krapp de Bob Wilson

Despues de 20 años Bob Wilson, una de las figuras mas respetadas del teatro en el mundo actualmente, regresa a Colombia al Festival Iberoamericano de teatro de Bogotá, con la compañia "Change Performing Arts" de Milán. Esta se especializa en producciones de ópera, danza, musica y teatro.
Esta vez Wilson, emblemática figura del teatro experimental con medio siglo de trayectoria, viene con un nuevo clásico del irlandés Samuel Beckett, "La Ultima cinta de Krapp", obra de un solo acto en la que se pretende mostrar la luz como un actor mas en escena. Mientras se preparan para su estreno en la sala Fanny Mickey del Teatro Nacional, se narra la historia en la que un maestro, una compañia, las tablas y el público se unen para dar vida al teatro como reflejo de la vida misma.

Bob Wilson ensaya con el micrófono encendido. Es importante medir el volumen de su voz, temen que el sonido programado para el espectáculo pueda fallar debido a la fuerte gripa que ha afectado su salud desde que arrivó a Bogotá hace un par de dias. Esta cansado. A sus casi 70 años, ha pasado mucho tiempo, casi medio siglo, desde su debut en las tablas. Hoy, despues de mucho trabajo, mucha suerte y mucho camino recorrido, cuenta con un equipo que entiende su lenguaje y lo escucha en el idioma universal del arte, la creación y la estetica. Su voz es clara y sigue siendo fuerte. Se puede entender claramente lo que dice entre dientes, aunque no haga un profundo esfuerzo por ser escuchado. Lo hace con la naturalidad con la que se respira. Recorre cuidadosamente cada cuadro y frente a la sala vacia que se extiende ante él, se convierte en el viejo Krapp que igual que el actor, llega a sus séptima década, para descubrir por medio de los archivos de su vida (que ha guardado con rigor durante muchos años en cintas y libros) que su vida ha sido una gran desilusión y ya no hay vuelta atrás.
La obra se ha venido presentando desde junio de 2009 alrededor de Europa en escenarios tan maravillosos como la Opera de Roma. Despues de eso, ninguna sala intimida al equipo. Tienen a Bob (maestro del teatro en todos sus ambitos) actuando y dirigiendo una obra maestra del teatro contemporáneo. Wilson es el sol y la compañia su galaxia.
Se escuchan las ultimas palabras de su voz:" [ I bent over her to get them in the shadow and they opened... Let me in. We drifted in among the flags and stuck. The way they went down, sighing, before the stem! I lay down across her with my face in her breasts and my hand on her. We lay there without moving. But under us all moved, and moved us, gently, up and down, and from side to side... Past midnight.... Never knew such silence. The earth might be uninhabited.] ... I'm ready (estoy listo)" Luego silencio.
Se baja el telón. La funcion va a empezar. El público entra a la sala con la espectativa de la primera función de uno de los festivales mas esperados en el ambito teatral actualmente, como decia Fanny: "Es el festival mas grande del mundo". Todos estan listos desde antes de llegar. Público y teatro, con todos sus componentes se confrontan antes la probablidad de entretener, hacer sentir, evocar... enviar y recibir un mensaje que tal vez no todos entiendan, pero estan ahi para hacer el intento.
Y comienza la obra. Un trueno que nadie espera deja la sala en silencio y se abre el telón para dejar al descubierto la imagen blanco y negro que enmarca la solida y palida figura de Krapp. Con la serenidad de la experiencia, se mueve lentamente, recorriendo la estructura de cada uno de sus movimientos en el espacio, creado la tension de lo inesperado... de lo que quizás nunca ocurra. El público mientras tanto observa atento, se escuchan risas de varios adultos mayores que se ven reflejados en la existencia de aquel pobre personaje creado por Beckett hace casi medio siglo. Ese que se unde en la desgracia de su propia existencia, al limite de no reconocerse a si mismo 30 años atras, en aquella época en la que aún no habia renunciado al amor y recordaba con nostalgia el tacto de su piel con la de alguna amante del pasado. Con la nostalgia del recuerdo de aquel tiempo pasado, se pide a si mismo volver a vivir; terminando en el encierro de la memoria dentro de lo que recuerda como felicidad. Las luces se apagan y se acaba la obra. Por cuestión de segundo el silencio es conmovedor... luego, la sala se llena de aplausos y las luces se prenden para recibir ahora a Wilson, que envuelto en ovaciones sale a agradecer al publico y este de vuelta le da las gracias con emoción.
Todo ha terminado y es solo la primera de cinco funciones planeadas en esta ciudad. Ante los ojos del publico todo salio bien, pero la compañia no descansa, todavia hay cosas que arreglar, cambiar, mejorar. La obra ha terminado, pero la vida sigue su curso y cada dia, cada presentación, es una oportunidad nueva para hacer las cosas mejor.

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